La solución ideal para los que tienen que viajar con mucha
frecuencia de un lado para otro, tanto por los largos terminales de las estaciones
de bus, tren o aeropuertos, como para los que utilizan el "carril
bici", cada vez más extendido por nuestros pueblos y ciudades. Desde que
se inventó la rueda, de pasar al carrito-maleta (que recuerda al carro de
compras que actualmente lo utilizan hasta los escolares, en previsión de llevar
mochillas o maletas que acaban reventando la columna vertebral), a pasar de
utilizarlo como patinete con el que desplazarte a una velocidad media que puede
llegar a los 30 kilómetros por hora, con lo que te ahorras bus o taxi y todo, y
además sirve como ejercicio físico con todo lo saludable que conlleva.
Lo malo de momento es el precio: al parecer supera los 200
euros. Pero por lo menos es una maleta muy práctica.